Los arrieros de la sierra de Mijas que acarreaban piedras en sus burros, comenzaron a ser objeto, durante la década de 1960, de la atención de turistas que demandaban fotografías y paseos, surgiendo así la idea de aumentar los menguados jornales convirtiendo aquella curiosidad en negocio. El ayuntamiento decidió otorgar una licencia por animal, para tales menesteres. Había nacido el burro-taxi.

      ― o ―
      Transferència bancària
      El cistell és buit